Usando Virtual Box le damos a la máquina virtual una RAM de 1GB y un disco duro de 8 GB. Tras arrancar la máquina nos aparecerá un menú en el cual se nos da la opción de probar el sistema operativo sin realizar ningún cambio en el equipo o instalarlo.
Tras aceptar la instalación, deberemos realizar unas configuraciones básicas tales como el idioma, para obtener unos buenos resultados, se requiere una conexión a Internet (para actualizaciones) y un espacio libre en disco de 5.8 GB mínimo.
Podemos elegir si queremos instalar software de terceros en nuestro equipo que nos permitirá trabajar con MP3, Flash y otros archivos multimedia.
Para la configuración de disco elegimos la instalación manual en la que ponemos 1 GB de Swap que aquí la denomina área de intercambio y el resto para el sistema de archivos.
Después de elegir la zona horaria y el tipo de teclado, crearemos un usuario y a continuación empezará la instalación.
Esta instalación no lleva mucho tiempo, cuando termine reiniciamos el equipo.
El arranque del S.O. no es muy rápido pero una vez dentro de la interfaz nos ofrece una buena variedad de aplicaciones de distinto tipo las cuales tienen un acceso rápido y un buen rendimiento.