Imagina un país corrupto. Un país donde no se respetan los derechos humanos y que la policía es tan corrupta como los gobernantes del propio país. Los medios de comunicación, que estarían controlados por los mismos, no iban a ser menos. Esconderían la verdad y los excesos del gobierno de turno. Los periodistas también estarían comprados, o amenazados. Nadie podría contar lo que pasa realmente en ese país, los ojos del mundo no podrían mirar hacia allí.
Ahí es donde entra el template que he instalado en Proxmox. La población se convierte en periodista. Denuncia de primera mano cualquier atrocidad, vulnerabilidad de sus derechos o de los demás. Se llama Ushahidi, una palabra swuahili que significa “testigo” o “testimonio”. Ushahidi se creó durante la crisis postelectoral de Kenia ante la necesidad de una herramienta cartográfica que permitiera a la gente informar de sus problemas. Fue realizada en un fin de semana bastante largo, y nadie trató de patentarla ni monopolizarla. Como carecía de respaldo de capital, usó software open source y hoy permite que otros recombinen su herramienta para nuevos proyectos.
He puesto el ejemplo de un país que vulnera los derechos de sus ciudadanos, pero Ushahidi se ha usado para muchos más asuntos. Monitoreo de elecciones, denunciar abusos policiales, violaciones, disturbios, la violencia en Oriente Medio, como apoyo en crisis humanitarias, o catástrofes como los terremotos de Haití o Chile. En alguno de estos asuntos se obtuvieron más testimonios y con mayor rapidez que cualquier periodista u observador electoral.
El funcionamiento es sencillo y se basa en el mapeo de una zona más o menos extensa. Las personas pueden mandar su testimonio de forma totalmente anónima, tanto con un email, a través de twitter, con el formulario de la web o desde un simple teléfono móvil con un SMS, ya que en las zonas donde se producen estos sucesos, las personas con acceso a la red son una minoría. Esto pasa a convertirse en uno de los mensajes del mapa, de esa zona de la que hablábamos.
Por supuesto, podría haber quien mintiera, exagerara o diera una mala dirección. Pero casi siempre hay patrones, o más de un mensaje en la misma zona con la misma problemática. Eso sería más fiable. Y por ello la importancia de mapear. De poner cada mensaje en una zona del mapa. Sin ir más lejos, en la crisis de Haití los ciudadanos atrapados en algunas zonas mandaban un mensaje a Ushahidi. Un grupo de voluntarios los trataba y mandaban allí a los agentes costeros para rescatar a esas personas. Fue una herramienta de gran utilidad en aquella catástrofe.
Por supuesto Ushahidi también puede utilizarse para otras muchas cosas… Para conocer las carreteras cortadas de una determinada zona en un temporal u otras más nimias, como saber dónde se prepara el mejor mojito de la ciudad…
Todo se mapea. Cada testimonio. Cada persona es el periodista, quien informa a los demás, en primera persona, sin manipulaciones y sin intermediarios. Es un “Ushahidi” único.